En Lavidesbella, no podíamos dejar pasar la oportunidad de brindar por uno de los grandes genios del vino: Raúl Pérez. Este maestro de la enología lleva décadas demostrando que el vino no es solo una bebida, sino un arte que combina ciencia, pasión y un toque de magia.
Raúl no es un enólogo cualquiera; es el enólogo. Nacido en El Bierzo, su conexión con la tierra y las uvas es casi mística. Con una filosofía que apuesta por la mínima intervención y el máximo respeto al terruño, ha conseguido que sus vinos hablen por sí solos. Y vaya si hablan: cada botella cuenta una historia que te transporta al lugar donde nació.
Este visionario ha puesto en el mapa variedades autóctonas como la Mencía, dándoles el protagonismo que merecen. Pero lo suyo no es solo técnica; Raúl tiene un sexto sentido para crear vinos que emocionan. Ha trabajado en proyectos por todo el mundo, pero siempre con un pie en su tierra natal, porque para él, el origen lo es todo.
Además, no es de esos que van por ahí alardeando de premios (aunque tiene unos cuantos) y ese no fliparse, a nosotros nos mola mucho.
Raúl prefiere que su trabajo hable por él, y vaya si lo hace: sus vinos han conquistado tanto a expertos como a quienes simplemente disfrutan de una buena copa.
Si aún no has probado uno de sus vinos, ¿a qué esperas? Raúl Pérez es la prueba viviente de que el vino no necesita artificios para ser espectacular, solo alma y dedicación.
En #GenteDeBien seguimos celebrando a personas como Raúl, que hacen del vino algo más que una bebida: Viva el Bierzo! 🍷